Salimos del aparcamiento de Durro, seguimos la carretera y a 100 m a la izquierda encontraremos el camino de las Matas que nos llevará al mirador del Racó. Des de allí subimos a la Capella de Marquès para enlazar con el camino del Pago que nos llevará de nuevo a Durro.

Desde Durro (1.386 m), cruzaremos el pueblo y continuaremos por la pista que lleva a la ermita de Sant Quirc, Patrimonio Mundial. En la misma explanada de la ermita, en el extremo, encontraremos el faro a 1.490 m, con excelentes vistas sobre el valle.

En Barruera (1.097 m), después de pasar la palanca vieja, giraremos a la derecha y unos metros más adelante a la izquierda por el camino de los Quinyons. Seguimos el sendero que, a través del bosque, nos lleva hasta el faro, situado en el Tossal de Rutxero, a 1.230 m.

Desde Erill la Vall (1.245 m), salimos de la plaza del Tarter en dirección al camino de Basco. Al inicio de la subida, tomamos el desvío a la derecha por un camino con un buen desnivel que nos lleva hasta el faro, a 1.410 m, entre el barranco de la Ribampiedro y el serrat de Palomero, un punto con una óptima visibilidad del pueblo y un excelente mirador del valle.

Desde Boí (1.265 m), salimos por la plaza del Riu en dirección sur por el camino. A 200 m, tomamos el desvío que sube hacia la izquierda y serpentea hasta el faro, situado en la roca del Clotet d’Escudé, a 1.460 m, un poco por encima del camino que une Boí con Durro y que ofrece una fantástica panorámica del valle.

Desde la plaza del tarter de Erill la Vall atravesaremos el barranco y continuaremos por el camino que va en medio del bosque. Al llegar a las Bordes de Basco el camino sigue prado arriba hasta el collado de Basco desde donde tendremos una buena panorámica del valle. Seguimos el camino sin perder altura en dirección al Port de Gelada, bien visible a nuestro frente y paso natural de comunicación entre el Valle de Boí y el Valle de Barravés.

Se trata de uno de los caminos más importante de los Pirineos, que comunica el Valle de Boí con la Vall Fosca y el Pallars. Antes de la construcción de las primeras carreteras, este puerto era el que utilizaba la gente que venía a la Vall de Boí, sobre todo al Balneario de Caldes de Boí. Hoy en día, forma parte del GR 11-20, de la red Camins Vius y es zona periférica del Parque Nacional de Aigüestortes y estany de Sant Maurici.

Es un itinerario agradecido que, saliendo del refugio, serpentea por la cabecera de la ribera de Caldes, en los dominios de los prados alpinos, entre numerosos estanques (Travessani, Monges, Mangades..) y turberas, hasta llegar en vistas del Montardo y al vecino valle aranés de Rius.

Ruta que une el Valle de Boí con el Valle de Aran, un puerto muy utilizado antiguamente y paso histórico de los rebaños de la Ribagorça y Lleida hacia el Valle de Aran.